José Sánchez del Río es un joven de 13 años, hijo menor de una de las familias de mayor abolengo y respetadas de su natal Sahuayo (México). En 1926 se desencadena una persecución religiosa contra los cristianos ordenada por el gobierno del presidente mexicano Plutarco Elías Calles, que desemboca en una contienda armada (la Guerra Cristera). José pide la bendición de sus padres para alistarse en el ejército cristero y luchar en defensa de su fe contra las fuerzas federales del presidente Calles. Durante uno de los enfrentamientos, en un acto heroico, José cede su caballo a su general para que pueda salvarse y él es capturado. Trasladado a su ciudad, es encarcelado, torturado y finalmente ejecutado por traición a la patria.