Manuel, un sexagenario con sus capacidades intelectuales mermadas al nacer, vive en una olvidada aldea gallega, de la que no recuerda haberse ausentado nunca, al lado de su inseparable perro. Fallecida su madre se convierte en el último habitante del pueblo y quizá también él llegase a morir allí sin haber salido nunca de la aldea si no fuera porque su perro se accidenta y decide buscar ayuda para intentar salvarlo adentrándose en el desconocido mundo de la ciudad, un auténtico “territorio comanche” para él. Desgraciadamente, un veterinario le informa de que las heridas de su perro no tiene solución y es mejor sacrificarlo. Pero cuando van a proceder, el animal se asusta y huye perdiéndose en la inmensidad desconocida de la metrópoli. En la búsqueda desesperada de su compañero, Manuel conoce a Paula, una menor de edad proveniente de una familia desestructurada que se ha pasado la vida en hogares de acogida y huye de su vida anhelando su libertad. Juntos iniciarán la búsqueda del animal que enseguida se transforma en una investigación para encontrar a Marta, la hija de Manuel, cuando averiguan que no había fallecido de niña como le había dicho su familia, sino que se la habían arrebatado para ser dada en adopción a una familia con más recursos.