Leonard Bernstein tenía claro lo que quería y también contaba con el talento para hacerlo posible. La capacidad de este para entender la música y transmitirla era innata. A sus 25 años, Leonard se convirtió en uno de los asistentes principales en la Orquesta Filarmónica de Nueva York, un hito histórico en una de las orquestas más famosas del mundo. Sin embargo, Bernstein no se limitó a eso, sino que comenzó a erigir una carrera que le llevaría por todo el mundo y por todos los campos posibles, incluyendo cintas cinematográficas como West Side Story.