Emma cree que en una ermita que visita asiduamente se encuentra atrapado el espíritu de una pequeña niña desde hace varios siglos. Por ello quiere comunicarse con ella para tratar de ayudarla, como ella no puede comunicarse con la niña fácilmente busca la ayuda de Carol, una incrédula y falsa médium. Carol decidirá prestarle su ayuda a Emma y cuando comienza a quedar con ella ve signos en ella que reconoce: Emma podría poseer verdaderamente el don. La falsa médium temerá que Emma, sin conocer sus habilidades, pueda poner en peligro a la niña y a ellas mismas.